FUNERAL DE PABLO NERUDA Y MATILDE URRUTIA

Discursos

Intervención de Gladys Marín en los funerales de Pablo Neruda y Matilde Urrutia 11 de diciembre de 1992

“Cuando la tiranía oscurece la tierra y castiga las
espaldas del pueblo, antes que nada se busca la
voz más alta, y cae la cabeza de un poeta al fondo
del pozo de la historia. La tiranía corta la cabeza
que canta, pero la voz en el fondo del pozo vuelve
a los manantiales secretos de la tierra y desde la
oscuridad sube por la boca del pueblo”.
(“Viaje al corazón de Quevedo”)

Pablo venimos a buscarte, es todo tu pueblo, es todo el mundo, es tu Partido el que viene a buscarte para llevarte a vivir a Isla Negra. Porque este es el día, aquel que tu señalaste diciendo: “Yo no voy a morirme. Salgo ahora
en este día lleno de volcanes hacia la multitud, hacia la vida”. Venimos a buscarte aquí, a este lugar, donde llegaste el 25 de Septiembre de 1973 en medio del terror, del crimen y de la traición que se habían desatado en nuestra Patria.

Ese día tú diste la voz de partida, y como siempre encabezaste la primera manifestación, la primera protesta de tu pueblo, que fue el primer desafío contra la Junta de Cobardes y traidores que dieron el golpe fascista contra el Gobierno de tu amigo Salvador Allende. ¡Qué días aquellos compañero Pablo! El odio desatado, la bestialidad, peor que aquella que tú viste en España del 36, la que te hizo gritar: “Venid a ver la sangre por las calles,
venid a ver la sangre por las calles”. ¡Ay compañero Pablo! ¡Quemaron millones de libros! ¡Los millones de libros que Allende quería que llegaran a todo el pueblo!

Esos desalmados e ignorantes, esos “chacales que el chacal rechazaría” esos que llegaron después del 11 de Septiembre a tu casa de Isla Negra a revisarte todo, a interrogarte a ti y a Matilde, esos que te mataron, esos apresuraron tu muerte, esos te destrozaron de pena, “morías de dolor”.
Y esos mismos Pablo, y el jefe de todos ellos, el que dio todas las órdenes, aún se pasea por Chile y dirige al Ejército de este país.

Han pasado casi 20 años. Es demasiado tiempo para todo y para todos.¡Cómo nos hemos demorado en venir a buscarte!, es que ha sido tan lento este amanecer,tan benigno para algunos y tan duro y mezquino para otros.
Pero en estos casi 20 años, tú has estado siempre con nosotros, con todos, con todos losque luchamos contra la dictadura y por recuperar la democracia.Nos diste fuerza, valor, dignidad, consecuencia, nos diste el verbo y nos llenaste la soledad y nos exigiste al sentirte decir: “He renacido muchas veces, desde el fondo de estrellas derrotadas”.

¡Cómo te leímos en estos años duros, y cómo tu rostro y tu palabra fueron banderas de mil combates! Ahora cumplimos con lo que tú nos pediste en tus “Disposiciones” del Canto General: ”Compañeros, enterradme en Isla Negra, frente al mar que conozco, a cada área rugosa de piedras y de olas que mis ojos perdidos no volverán a ver”. Junto a muchos, junto a tus amigos, junto a todos los que aman, respetan y comprenden tu
poesía, estamos tus compañeros del Partido Comunista, cumpliendo con tus “Disposiciones”. Y junto a ti, Matilde. Sabes, camarada Pablo – como a ti te gustaba que te llamaran – aún nos esperan otros compañeros para ser llevados a la tierra.

Son los que tú conociste, son entre tantos, la Marta Ugarte, el Chino Díaz, Mario Zamorano, José Weibel, Fernando Ortiz, Waldo Pizarro, Jorge mi compañero. Son tus camaradas, los que se sentaban junto a ti en el Comité Central, son los Detenidos Desaparecidos.

¿Es que sabes?, aún no los encontramos, pero no descansaremos.
¡Cómo andarías tú buscándolos, removiendo cielo y tierra! Por esa búsqueda, por esta espera, la complicidad nosotros repetimos tus palabras “SIEMPRE” “Aunque los pasos toquen mil años este sitio, no borrarán la sangre de los que aquí cayeron” Hoy te traigo el saludo de tus compañeros, de la mujer y el hombre sencillo, de la juventud, de los artistas, de tus camaradas que jamás bajaron la frente, ni le dieron la mano al traidor,
al asesino, ni andan en salones elegantes donde al pueblo no se le permite entrar.

Ay Pablo nuestro, como te amamos, como nos inspiras en los desafíos grandes y pequeños, cómo estás con nosotros en el cansancio y en las alegrías. Tu viaje a Isla Negra es una victoria. De los que honran tu voz universal, en la cual tu razón esencial, transformar el dolor de los humildes en felicidad, se hizo militancia. Te hiciste militante del Partido Comunista del cual fuiste senador, miembro del Comité Central y candidato a Presidencia de la República. Sufriste persecución, clandestinidad y
exilio. Pero fuiste fiel, jamás renunciaste a tus ideas, jamás te doblegaste y te reíste de los falsos, de los oportunistas, y de los engolados.

Fuiste de todas las causas justas, de Cuba, de España, de Vietnam.
Recuerdo cuando el Comité Central te nombro candidato a la Presidencia de la República y en la conferencia de prensa una periodista te preguntó: ¿podría usted autodefinirse políticamente? Y tú contestaste, “es una explicación muy sencilla, no soy nada más que un comunista”.
Y recuerdo cuando caminamos por la población “Pablo Neruda” cuyas calles florecieron con los nombres de tus poemas. Era aquella que tú decías:“Escribo para el pueblo aunque no pueda leer mi poesía con sus ojos rurales. Y ellos tal vez dirán: “Fue un camarada”. Eso es bastante, esa es la corona que quiero”.

Ayer estuve con Rafael Alberti – tu “hermano mayor” – que te envió un saludo bello. Y hoy 11 de diciembre cuando tú te vas a vivir a Isla Negra, a él, a tu amigo Rafael le celebran en Madrid sus 90 años. Y vieras lo buenmozo y fantástico que está. Y junto a él estaba nuestro querido Marcos Ana que te dice: “Pablo hermano: Es algo más que un milagro que estas cosas ocurran, que tu pueblo y el mío se reúnan para homenajearos el mismo día”. Sí Pablo camarada, este día se incorpora a la historia. Los valores nerudianos, todo tú, sin que nadie te pueda dividir o encerrar, porque tú rompes con todos los encierros, todo tú, que antes que nada fuiste un ser humano, de una inmensa generosidad que te hizo el más
sencillo de los hombres, hermano del obrero, del minero, del mecánico, del pescador.

Vamos Pablo, somos el Partido de Recabarren y Neruda, somos el Chile de Salvador Allende y Neruda, vamos con Matilde, vamos bailando, cantando, vamos de la mano a Isla Negra..

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