Discurso de Guillermo Teillier, presidente del Partido Comunista
Compañeras y compañeros, amigas y amigos:
El 6 de marzo de 2005, en un día como hoy, vísperas del Día Internacional de la Mujer, nos dejó físicamente nuestra querida compañera Gladys Marín.
Son ya 17 años de su partida, pero la admiración por su entereza política y la persistencia en su lucha en defensa de los trabajadores, su combate a la dictadura, su simbolismo en la lucha por los derechos humanos y su gran presencia como mujer luchadora y consiente de la necesidad de su emancipación, hace que su ejemplo emerja una y otra vez en las luchas del pueblo.
Su figura señera estampada en pancartas, estuvo presente en manos de miles de personas durante el estallido social.
“Lucha como Gladys” era una de las consignas más repetidas. Fue la precursora de muchos de los objetivos políticos hoy en discusión en el proceso constituyente.
Y nuestro partido, en especial nuestras compañeras, de las cuales hay tantas jóvenes que se incorporan a nuestras filas, que estuvieron en las calles, que más adelante bajo la pandemia se pusieron al frente de las ollas comunas, que luego dieron grandes batallas electorales, en la elección de concejalas, alcaldesas, Cores, diputadas y una senadora, todas ellas con el ejemplo vivo de Gladys.
Y todos juntos estuvimos en la batalla por el Apruebo y en la campaña presidencial, primero con Daniel Jadue, luego con Gabriel Boric. Y triunfamos.
Hoy rendimos nuestro homenaje a Gladys, pero también, a través de ella, a todas y todos quienes, en nuestro partido, hombre y mujeres, jóvenes y viejos, de todos los pueblos y culturas, trabajadores y trabajadoras, pequeños empresarios y campesinos, de la diversidad, profesionales, artistas, intelectuales, dirigentes políticos y sociales, que han sido precursores de este momento histórico, en que el principal protagonista ha sido y será el pueblo de Chile, al que nos debemos.
Compañeras y compañeros: estamos expectantes porque nuestro partido, que se ha fortalecido notablemente por el voto popular, está en el nuevo gobierno, con ministras, ministro, subsecretarias y subsecretarios, y otros cargos, todos de alta responsabilidad, que nos compromete en el cumplimiento del programa encabezado por el presidente Gabriel Boric.
Tenemos claro que para este propósito, especialmente en la aprobación de leyes que den sustento al cumplimiento del programa, se ha ampliado la base de sustentación del gobierno a partidos del Nuevo Pacto Social.
De esta manera, en la conformación del gabinete confluyen ministros y subsecretarios de los partidos de AD y de NPS, dos coaliciones que se han comprometido a trabajar unidas por el cumplimiento del programa. Nuestra disposición es, a que, manteniendo las dos coaliciones, conociendo nuestras diferencias, avancemos con la máxima cohesión para cumplir los objetivos programáticos.
Pero sabemos también que nuestro compromiso, y el de todos y todas, es más que nada en nuestra relación con el pueblo, con las organizaciones sociales, factor principal en la demanda del cumplimiento del programa.
Y no sólo ello, el pueblo, millones de personas sin partido, de raigambre popular, trabajadora e intelectual, que han dicho basta y obligado a avanzar hacia cambios de fondo, constituye el factor principal en la más trascendente de las confrontaciones políticas, la batalla por el Apruebo.
Nuestro llamado hoy es a trabajar unidos por la Nueva Constitución, presentar un frente común ante la campaña por el rechazo. Defender lo que ya se ha logrado en la Convención Constitucional, que de manera soberana y autónoma debe redactar la Nueva Constitución, cumpliendo con su mandato, sin intervención o injerencias de algún otro del estado.
Vamos entonces a organizar el movimiento político social, para alcanzar en el plebiscito de salida, el triunfo del apruebo, y plasmar en la Nueva Constitución la esperanza del pueblo de Chile.
Sabemos que se enfrentarán problemas complejos. El nuevo gobierno deberá superar el alto déficit presupuestario. Restablecer la economía resquebrajada por la pandemia, asumir el desempleo de mujeres y jóvenes, avanzar en el fortalecimiento de la salud pública y otros compromisos.
El gobierno de Piñera creó las condiciones para la crisis migratoria, la crisis en la Araucanía, y un alza en la delincuencia. Y mantiene presos políticos que claman por su libertad. Libertad con la cual los comunistas mantenemos en alto nuestro apoyo y solidaridad.
Son varios y complejos los problemas que deberá asumir el gobierno que asume el 11 de marzo. Necesitará de todo nuestro apoyo. Por ello, a través de todo Chile, con motivo del cambio de mando, saldremos a expresar ese apoyo, con convicción y decisión de seguir avanzando.
Compañeras y compañeros: no podemos dejar de referirnos en este acto a los acontecimientos que suceden en Europa.
Desgraciadamente el mundo se encuentra convulsionado por la guerra entre Rusia y Ucrania, que en realidad se inició el 2014, en el Donbass, sin que llegara a término efectivo, a pesar del tratado de Minsk, que acordó su término. Desde esa fecha hasta antes de la intervención más directa de Rusia se han producido 14.000 muertes.
Demás está hablar de las consecuencias catastróficas que esta guerra pudiera acarrear, si el conflicto armado escala a todos los países involucrados, especialmente a EEUU y la OTAN.
El Partido Comunista rechaza la guerra como forma de solución de las controversias entre países. Creemos en la salida diplomática y en la construcción de acuerdos de paz a través del diálogo. Esta guerra se sostiene por los países que se confrontan directamente, Rusia y Ucrania, que esperamos encuentren la forma de hacer efectivo el diálogo y un alto al fuego. Pero es evidente que atizan el fuego los EEUU y la OTAN, que están por la prolongación del conflicto, en aras de su estrategia de expansión y sus intereses de disputa económica.
Irak, Afganistán, Siria, son ejemplos claros de agresividad de las elites dirigentes de EEUU.
No tenemos nada contra el pueblo norteamericano, pero no podemos aceptar la conducta imperial de sus sucesivos gobiernos, que han alentado tantos golpes de estado en nuestro continente, y que mantienen a países bajo prologados bloqueos económicos y financieros, como lo son Cuba y Venezuela.
Creemos que en América Latina las condiciones están cambiando, los procesos electorales recientes y los que vienen alientan la esperanza de una nueva era de entendimiento entre los países latinoamericanos. Una nueva etapa de multilateralismo efectivo y positivo para nuestros países.
Con esta mirada esperanzadora, quiero terminar mis palabras de homenaje a Gladys, cuya figura está ligada indisolublemente a lo que fue el Gobierno Popular encabezado por Salvador Allende, contra el que Estados Unidos alentó el golpe de Estado, que tuvo las trágicas consecuencias de violación a los derechos humanos imposibles de olvidar.
Hace unos días fue presentada la reflexión sobre las actuaciones del Ejército en lo últimos 50 años. Allí quedan claros los hechos que por tanto tiempo la derecha golpista y retrógrada ha querido desconocer.
Nos da más fuerza para seguir adelante en la búsqueda de la verdad, de la justicia y contra la impunidad.
¡Mil veces venceremos!